¡Primero de Mayo: Un día para celebrar la lucha y los logros de los trabajadores!

El 1 de mayo, conocido como el Día Internacional de los Trabajadores o Primero de Mayo, es una fecha emblemática que se celebra en la mayoría de países del mundo. Este día conmemora las luchas del movimiento obrero y los logros alcanzados en materia de derechos laborales.

Origen e historia:

El Día Internacional de los Trabajadores conmemora un evento que tuvo lugar más de cien años atrás, el 1 de mayo de 1886, cuando sindicatos en Estados Unidos organizaron una huelga general para exigir el cumplimiento de la jornada laboral de ocho horas, establecida por ley pero sistemáticamente ignorada por los empresarios. La consigna de aquel primer movimiento fue "ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso, ocho horas de educación". A pesar de la existencia de la Ley Ingersoll, que limitaba la jornada laboral a ocho horas, los empleadores añadían cláusulas abusivas a los contratos obligando a los trabajadores a trabajar catorce o dieciséis horas diarias si así lo requerían las empresas, lo cual era una práctica habitual. La resistencia se intensificó, especialmente en Chicago, una ciudad conocida por sus condiciones laborales extremas. Fue en esta ciudad donde los trabajadores de la empresa McCormick continuaron la huelga más allá del 1 de mayo y fueron brutalmente reprimidos por la policía, con cinco de ellos ejecutados posteriormente tras un juicio injusto. La prensa desacreditó a los trabajadores llamándolos "lunáticos antipatriotas", "rufianes rojos comunistas", "truhanes" y "brutos asesinos". Tres años después de estos trágicos eventos, la Segunda Internacional Socialista, en 1889, estableció el Primero de Mayo como un día para honrar la memoria de aquellos trabajadores. Desde entonces, el 1 de mayo se ha convertido en una fecha emblemática marcada por manifestaciones en casi todo el mundo, a excepción de Estados Unidos, donde se celebra el Día del Trabajo el primer lunes de septiembre. Si puedes disfrutar en tu trabajo de una jornada laboral de siete u ocho horas, felicidades en este día.

¿Por qué se celebra?

El Primero de Mayo se celebra para:

  • Recordar las luchas y sacrificios de los trabajadores que han luchado por sus derechos.
  • Celebrar los logros alcanzados en materia de derechos laborales, como la jornada de 8 horas, el descanso digno, la seguridad laboral y la libertad de asociación.
  • Reivindicar los derechos que aún faltan por conquistar y luchar por mejores condiciones de trabajo para todos.
  • Promover la unidad y la solidaridad entre los trabajadores del mundo.

¿Cómo se celebra?

Las celebraciones del Primero de Mayo varían según cada país, pero generalmente incluyen:

  • Manifestaciones y desfiles por las calles, donde los trabajadores se reúnen para expresar sus demandas y celebrar la unidad.
  • Actos políticos y sindicales en los que se discuten los desafíos y retos del movimiento obrero.
  • Actividades culturales y recreativas para toda la familia.
  • Momentos de reflexión sobre la importancia de la lucha por los derechos laborales y la construcción de una sociedad más justa.

Logros obtenidos por los trabajadores:

A lo largo de la historia, los trabajadores han logrado importantes conquistas gracias a su lucha y organización, entre ellas:

  • Jornada laboral de 8 horas: Este fue uno de los primeros logros del movimiento obrero y ha significado un cambio radical en la calidad de vida de los trabajadores.
  • Descanso digno: Los trabajadores ahora tienen derecho a vacaciones, días festivos y permisos remunerados, lo que les permite disfrutar de tiempo libre y descansar para reponer energías.
  • Seguridad laboral: Se han establecido normas y regulaciones para garantizar la seguridad de los trabajadores en el lugar de trabajo.
  • Libertad de asociación: Los trabajadores tienen derecho a formar sindicatos y negociar colectivamente sus condiciones laborales.
  • Salario mínimo: Se ha establecido un salario mínimo que garantiza una subsistencia digna a los trabajadores.

Labor Day en EEUU y Canadá:

A diferencia de la mayoría de países del mundo, en Estados Unidos y Canadá el Día del Trabajo se celebra el primer lunes de septiembre. Este día conmemora el final de la temporada de verano y el regreso a las actividades laborales y escolares. Sin embargo, en los últimos años, algunos sindicatos y organizaciones han comenzado a celebrar el 1 de mayo como el Día Internacional de los Trabajadores, retomando la tradición original de esta festividad.

Organización Internacional del Trabajo

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) es una agencia tripartita de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que reúne a gobiernos, empleadores y trabajadores de 187 estados miembros. Fue creada en el año 1919, como parte del Tratado de Versalles que terminó con la Primera Guerra Mundial, reflejando la convicción de que la justicia social es esencial para alcanzar una paz universal y permanente.

Entre los principales objetivos de este organismo se destacan la promoción de los derechos laborales, fomentar oportunidades de trabajo, formular políticas y elaborar programas que promuevan el trabajo decente de hombres y mujeres. Asimismo, mejorar la protección social de los trabajadores y fortalecer el diálogo, en el abordaje de temas relacionados con el trabajo.

¿Cómo se puede celebrar el Día de los Trabajadores?

Para celebrar el Día del Trabajo puedes apoyar a alguna concentración de trabajadores, donde se reivindiquen mejoras en las condiciones de trabajo. Consulta en tu ciudad esta información, contactando a los sindicatos o asociaciones de trabajadores.

El triste fin de Clara Campoamor: una luchadora silenciada

Lausana, Suiza, 30 de abril de 1972. Clara Campoamor, la incansable defensora del sufragio femenino en España, fallece en el exilio, víctima del cáncer y la melancolía. Atrás queda una vida consagrada a la lucha por la igualdad, marcada por la victoria histórica que consiguió en las Cortes Constituyentes de la Segunda República y por la posterior traición y el ostracismo que sufrió por parte de sus propios compañeros.

Campoamor, diputada del Partido Radical, se enfrentó a una dura oposición dentro de su propio partido, incluso a la de Victoria Kent, quien defendía la idea de que las mujeres no estaban capacitadas para votar. Sin embargo, Campoamor no se rindió. Con un discurso memorable que ha pasado a la historia parlamentaria, logró convencer a la mayoría de la necesidad de conceder el derecho al voto a las mujeres.

A pesar de su triunfo, Campoamor no encontró el reconocimiento que merecía. De hecho, fue repudiada y humillada por la Izquierda Republicana, lo que la obligó a buscar refugio en el exilio. Durante años, deambuló por el mundo para ganarse la vida con trabajos precarios, mientras anhelaba regresar a su patria.

 En la década de 1950, intentó volver a España, pero su pasado republicano y su pertenencia a la masonería se lo impidieron. Finalmente, en 1972, sus cenizas regresaron a su país natal, incineradas en Suiza. Su llegada al cementerio de Polloe, en San Sebastián, fue discreta y sin ningún tipo de reconocimiento oficial. La mujer que había luchado incansablemente por los derechos de las mujeres regresaba en medio del silencio y el olvido.

A pesar de su triste final, el legado de Clara Campoamor sigue vivo. Su lucha por la igualdad y su defensa del sufragio femenino son una inspiración para las mujeres de todo el mundo. Su historia nos recuerda que la lucha por los derechos nunca es fácil, pero que siempre vale la pena seguir adelante.

¡Francis Drake saquea Cádiz! (29 de abril de 1587)

En una audaz incursión nocturna, el famoso pirata Francis Drake atacó la desprevenida ciudad de Cádiz la noche del 29 de abril de 1587. Al mando de una flota de solo cuatro barcos, Drake logró sorprender a la flota española anclada en la bahía, causando un daño considerable.

El ataque de Drake fue un duro golpe para las ambiciones navales de Felipe II. La flota española, que se estaba preparando para la Armada Invencible, sufrió la pérdida de veintitrés barcos, incluyendo varios galeones de gran tamaño. Además, Drake se apoderó de cuatro barcos más cargados de provisiones, un duro revés para la logística española. Las acciones de Drake obligaron a Felipe II a retrasar un año su plan de invadir Inglaterra. La pérdida de barcos y provisiones supuso un contratiempo significativo para la Armada española, que finalmente zarpó en 1588 con menos recursos y una moral menos optimista.

El ataque a Cádiz se produjo en el contexto de la guerra anglo-española, un conflicto no declarado que enfrentaba a ambas naciones por el dominio del mar y las colonias en el Nuevo Mundo. Las diferencias religiosas también jugaron un papel importante: Felipe II, un ferviente católico, buscaba restaurar el catolicismo en Inglaterra, mientras que Isabel I, una protestante acérrima, defendía la independencia religiosa de su país.

Francis Drake, apodado por los españoles como "el dragón inglés", era un hábil marinero y un estratega militar astuto. Su audacia y su conocimiento de las costas españolas lo convirtieron en una figura clave en la lucha contra el poderío naval español. La reina Isabel I lo recompensó por sus servicios nombrándolo lord en 1581. 

El ataque de Drake a Cádiz no solo retrasó la invasión española, sino que también elevó la moral inglesa y demostró al mundo que la nación era una fuerza naval a tener en cuenta. A largo plazo, este evento contribuyó a debilitar la hegemonía española en los mares y a consolidar la posición de Inglaterra como una potencia marítima dominante.

La historiografía inglesa ha magnificado este ataque, presentándolo como un éxito que obstaculizó la campaña prevista para otoño de 1587 de la Gran Armada. Sin embargo, el historiador Antonio Luis Gómez Beltrán desmonta esta leyenda negra. Según él, el impacto real del ataque de Drake fue exagerado. A pesar de las pérdidas materiales, la campaña de la Gran Armada no se vio significativamente afectada. La inteligencia inglesa y la torpeza hispana se entrelazaron en una narrativa que ha perdurado a lo largo de los siglos1. Fue un episodio más en la compleja historia de la lucha entre Inglaterra y España en el siglo XVI

28 de abril de 711, los árabes invaden Hispania

En el año 711, cuando el sol brillaba sobre Hispania y los visigodos pululaban por doquier, llegó un tal Rodrigo, noble de nombre y don por apellido, a ser nombrado rey. Un tipo con ínfulas de grandeza, eso sí, pero que poco sabía él lo que le deparaba el destino.

Resulta que en el norte de África, unos señores con turbantes y alfombras mágicas (los musulmanes, para entendernos) ya le habían echado el ojo a la Península. Y como no eran de pedir permiso, enviaron a un tal Tarik con un ejército de siete mil bereberes y cuatro cristianos despistados a conquistarla. Tarik, que era un tío listo, desembarcó en Gibraltar para hacerse fuerte. Desde allí, se dedicó a saquear todo lo que pillaba, mientras que Rodrigo, distraído como un niño con un cascabel, estaba por el norte peleando con unos vascones que no querían saber nada de su reinado.
Al final, Rodrigo se enteró del pastel y, con un ejército "un poco" desorganizado, se fue a pararle los pies a Tarik. Pero claro, como para las cosas importantes nunca hay tiempo, entre que se preparó y tal, Tarik ya había recibido refuerzos y algunos visigodos se habían pasado al bando moro. La batalla del río Guadalete fue un desastre para Rodrigo. Lo mandaron al otro barrio, su ejército se deshizo y los musulmanes se pusieron contentos cual castañuelas en Nochebuena.
Musa, el jefe de los moros en África, viendo que la cosa iba bien, se vino con un ejército de 18.000 tíos y conquistó Sevilla, la capital de media Andalucía. Y así, poco a poco, los musulmanes fueron conquistando la Península, mientras que los cristianos se escondían en las montañas como marmotas asustadas.
Menudo follón se armó, ¿verdad? Pero bueno, así es la historia, llena de conquistas, derrotas y reyes despistados. Si eres rey, estate atento a lo que pasa en tu reino, no te vayas de parranda por ahí y, sobre todo, no te fíes de los nobles, que son más traicioneros que Judas.

El trágico final de Fernando de Magallanes en la isla de Mactán

Fernando de Magallanes murió el 27 de abril de 1521 en la isla de Mactán, Filipinas, durante un enfrentamiento con los indígenas. Este suceso puso en peligro su ambiciosa expedición para circunnavegar el mundo.

La causa de la batalla sigue siendo objeto de debate, y algunos relatos citan una disputa por los recursos entre la tripulación de Magallanes y el jefe tribal Lapulapu, mientras que otros mencionan un intento fallido de convertir a los nativos al cristianismo. Subestimando la fuerza de los nativos, Magallanes desembarcó en Mactán con un pequeño grupo de hombres, lo que provocó una batalla fatal en la que él y varios de sus camaradas perecieron.
A pesar de que la muerte de Magallanes supuso un duro golpe para la expedición, Juan Sebastián Elcano, ahora al mando, perseveró. Con audacia y determinación, completó con éxito la circunnavegación, mostrando por primera vez la redondez del globo. El legado de Magallanes sigue siendo significativo ya que su viaje abrió nuevas rutas marítimas, amplió el conocimiento europeo y sentó las bases para la globalización.

El bombardeo de Gernika: Una acción cruel y discutida durante la Guerra Civil Española


El bombardeo de Gernika el 26 de abril de 1937 durante la Guerra Civil Española fue una de las acciones más crueles y discutidas del conflicto. Aviones alemanes e italianos atacaron la ciudad vasca con bombas rompedoras e incendiarias, destruyendo gran parte de la ciudad y causando la muerte de al menos 120 personas. Aunque se intentó culpar al bando republicano, no hay pruebas de que ellos fueran responsables. El objetivo principal del bombardeo era bloquear la retirada del ejército vasco, pero no tuvo éxito en este aspecto. A pesar de que Gernika albergaba fábricas de interés militar, el puente, que era un objetivo obvio, no sufrió daños. La reacción del bando franquista, acusando al Frente Popular de haber destruido la ciudad, fue lamentable. La responsabilidad del bando nacional es evidente, ya que los aviones eran alemanes e italianos y las fuerzas franquistas estaban coordinadas durante la campaña de Vizcaya. El general Franco no protestó ni pidió explicaciones a Alemania ni a Italia.

Estados Unidos declara la guerra a España

La lucha cubana por la independencia y la guerra con España llamaron la atención de Estados Unidos, que se posicionó a favor de Cuba para proteger sus intereses económicos. En 1898, disturbios en La Habana llevaron a la explosión del acorazado Maine, lo que aumentó la hostilidad hacia España. Estados Unidos atribuyó la explosión a una mina submarina y declaró que Cuba debía ser libre e independiente. España envió una escuadra a Cuba, pero los militares españoles eran conscientes de su inferioridad bélica. En Filipinas, la intervención naval estadounidense impulsó el movimiento insurreccional. El Congreso de Estados Unidos votó oficialmente la guerra a España el 25 de abril de 1898.

La Última Batalla de los Comuneros


Carlos de Habsburgo llegó a España en 1517 para ser proclamado rey bajo condiciones como respetar las leyes del reino y aprender castellano. Fue coronado en 1518 como Carlos I y recibió subsidios de Castilla, Aragón, Barcelona y Galicia. Hubo revueltas comuneras contra su regencia, lideradas por Juan Padilla y Juan Bravo. Tras enfrentamientos, los comuneros fueron derrotados en Villalar en abril de 1521, donde los líderes fueron decapitados, convirtiéndose en mártires populares. La derrota de los comuneros y la pérdida de sus líderes significó un cambio en el curso de la historia española, poniendo fin a una de las primeras revoluciones modernas en Europa.

Primera Feria de Abril de Sevilla 1847


En 1846, concejales de Sevilla propusieron recuperar las ferias de ganado del siglo XIII. Aprobada por la reina Isabel II, la primera feria en 1847 duró tres días e incluyó corridas de toros. Evolucionó con atracciones como tiovivos y puestos, atrayendo a visitantes de toda España. La actual Feria de Abril, desde 1973, es mundialmente conocida en Los Remedios.

El Lawfare contra Juana la Loca: Una historia de intriga y poder

En las turbulentas tierras de la España del siglo XVI, se libró una batalla silenciosa, no en campos de batalla con espadas y armaduras, sino en los fríos pasillos del poder y las salas de las cortes. Esta contienda, conocida como el "Lawfare contra Juana la Loca", enfrentó a dos titanes de la época: Fernando de Aragón, el astuto rey de Aragón, y su nieto, Carlos I, el ambicioso futuro emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Su objetivo: despojar del trono a Juana I de Castilla, la legítima heredera, y asegurar su propio dominio sobre el reino.

Juana la Loca, hija de los Reyes Católicos, había sido coronada reina de Castilla tras la muerte de su madre, Isabel. Sin embargo, su salud mental era frágil, lo que la convertía en una figura vulnerable y manipulable a ojos de su padre y su nieto. Fernando y Carlos, ansiosos por consolidar su poder y expandir sus dominios, aprovecharon esta situación para orquestar un plan que los llevaría al trono de Castilla.

La estrategia elegida fue el lawfare, una táctica que consistía en utilizar el sistema legal y las instituciones del Estado para deslegitimar y aislar a Juana, allanando el camino para su eventual derrocamiento. Para ello, Fernando y Carlos se valieron de una serie de artimañas:

  • Difamación y propaganda: Se difundieron rumores y mentiras sobre la salud mental de Juana, exagerando su inestabilidad y presentándola como incapaz de gobernar. Se la tildaba de "loca", "incompetente" e incluso "hereje", con el fin de erosionar la confianza del pueblo hacia ella.
  • Aislamiento y control: Se confinó a Juana en un convento de Tordesillas, bajo estricta vigilancia y control. Se le limitó el contacto con el exterior, incluso con sus propios hijos, para evitar que pudiera organizar resistencia o buscar apoyo.
  • Manipulación legal: Se utilizaron instrumentos legales para desposeer a Juana de su poder. Se la declaró incapaz de gobernar y se nombró a Fernando de Aragón como regente de Castilla. Posteriormente, se coronó a Carlos I como rey, relegando a Juana a un mero figura decorativa.
  • Falsificación de documentos: Se falsificaron documentos y testamentos para respaldar las acciones de Fernando y Carlos, presentándolas como la voluntad legítima de la reina Juana.

El lawfare contra Juana la Loca fue una estrategia cruel y despiadada que tuvo un impacto devastador en la vida de la reina. Aislada, difamada y despojada de su poder, Juana pasó el resto de sus días en una sombría reclusión, víctima de la ambición y las maquinaciones de sus familiares.

Este episodio histórico sirve como un recordatorio de los peligros del lawfare y su capacidad para corromper las instituciones del Estado y erosionar los derechos fundamentales. La historia de Juana la Loca nos enseña que incluso los más poderosos pueden ser vulnerables a la manipulación y el abuso de poder, y que la lucha por la justicia y la verdad siempre es necesaria, incluso en las circunstancias más difíciles.

¡Cayó el Barón Rojo! El temible piloto alemán se estrella contra la realidad

El cielo se tiñe de rojo, pero no por la sangre derramada en las trincheras, sino por la pintura descascarada del aeroplano del Barón Rojo. Manfred von Richthofen, el as de la aviación alemana, ha conocido finalmente la gravedad, esa fuerza implacable que atrae a todos, incluso a los más altos halcones.

El Barón Rojo, ese piloto legendario que aterraba a los enemigos con solo escuchar su nombre, ha encontrado su Waterloo particular en las verdes praderas de Francia. Dicen que un simple disparo de ametralladora, disparado por un piloto novato y tembloroso, acabó con su reinado de terror en los cielos. ¿Se imaginaban al Barón Rojo cayendo en una batalla titánica, envuelto en llamas y con una sonrisa desafiante en el rostro? Pero no, la realidad es más prosaica. El as alemán se estrelló contra el suelo como un saco de patatas, dejando a sus admiradores con un sabor agridulce.

A pesar de su final cómico, no podemos negar la maestría del Barón Rojo. Sus 80 victorias aéreas lo convierten en uno de los pilotos más letales de la historia. Sin embargo, su leyenda se verá empañada para siempre por ese final tan poco épico. Un nuevo héroe para la aviación: Quizás este sea el momento para que un nuevo héroe surja en los cielos. Uno que no solo sea efectivo en combate, sino que también tenga un final digno de las grandes epopeyas. Un piloto que inspire a las generaciones futuras, no solo con su destreza, sino también con su estilo y su épica caída.

Mientras tanto, el Barón Rojo seguirá ocupando un lugar especial en la historia de la aviación. Un piloto que nos recuerda que incluso los más grandes pueden caer en desgracia, y que a veces, la realidad puede ser más cruel que la ficción.

Manfred von Ritchtofen fue enterrado con todos los honores militares, e incluso los escuadrones aliados rindieron honores al piloto caído. En una de las coronas conmemorativas que llegaron a enviarle podía leerse: "A nuestro enemigo galante y digno", y en su lápida, que se encuentra en el mismo lugar donde cayó, se inscribió un sentido epitafio: "Aquí yace un valiente, un noble adversario y un verdadero hombre de honor. Que descanse en paz".

Nace un artista... frustrado: la tragicomedia de Adolf Hitler

 Nace un artista... frustrado: la tragicomedia de Adolf Hitler

20 de abril de 1889: En la pintoresca Braunau am Inn, Austria, una cigüeña despistada entrega un paquete que no estaba en su ruta: un pequeño Adolf Hitler. Poco se imaginaban los lugareños que este bebé llorón, con un bigote incipiente a los pocos meses, se convertiría en el artista más... peculiar de la historia.

Adolf creció rodeado de lápices y pinceles, soñando con ser un reconocido pintor. Lástima que su talento artístico era tan inexistente como su sentido de la moda. Sus cuadros parecían obra de un mono borracho con acceso a acuarelas, y sus profesores, hartos de sus garabatos, le recomendaban buscar otra salida profesional.

Frustrado por su falta de don artístico, Adolf se dedicó a la política. Era como si un pez globo intentara volar: un desastre anunciado. Sus discursos, llenos de rabia y odio, eran tan emocionantes como ver pintura secarse. Sin embargo, algunas personas los encontraban extrañamente cautivadores, como si fueran un mal chiste que se repetía una y otra vez.

Tras unos años intentando conquistar Europa con su encanto (lo que resultó en una guerra mundial y millones de muertes), Adolf finalmente encontró su verdadera vocación: el arte conceptual. Sus obras, basadas en la reinterpretación abstracta de paisajes y retratos, eran tan innovadoras que nadie las entendía. Algunos incluso las consideraban una forma de terrorismo artístico.

En 1945, Adolf decidió poner fin a su sufrimiento y al del mundo. Se suicidó en su búnker, dejando un legado de destrucción y un baúl lleno de cuadros que podrían considerarse obras maestras... si tuvieras la mente de un perro psicodélico.

Un 17 de abril: Hay que ahorrar

Las Cajas de Ahorros fueron creadas hace más de ciento setenta años, el 17 de abril de 1839, cuando la reina regente María Cristina de Borbón firmó la Real Orden para establecer en cada provincia de España una Caja de Ahorros. Esta iniciativa fue muy acertada, ya que se pensó en las clases menos favorecidas que eran explotados por prestamistas que les cobraban intereses excesivos. La Real Orden de aquel 17 de abril ordenaba a cada gobernador provincial establecer una Caja de Ahorros en su jurisdicción, donde artesanos, jornaleros y trabajadores pudieran depositar pequeñas sumas de dinero con la seguridad de acceder a créditos adecuados. 

Idealmente, la Caja estaría vinculada a un Monte de Piedad, lo que cumpliría una doble función: benéfica y financiera. Estas entidades estaban destinadas a recibir, resguardar y rentabilizar los recursos de las clases menos favorecidas, además de fomentar el hábito del ahorro; mientras que los Montes de Piedad se dedicaban a otorgar préstamos a personas necesitadas con garantías como joyas o prendas a bajos intereses, lo cual perjudicaba a los prestamistas. A pesar de tener un propósito social, a estas instituciones les estaba estrictamente prohibido usar los fondos en actividades comerciales.

12 de abril de 1555, muere Juana I de Castilla (Juana la Loca)

La triste historia de Juana la Loca

Juana de Castilla fue una niña atractiva e inteligente, aprendió latín y tenía habilidades para la música.  Nunca dio indicios de su futura locura y parecía destinada a ser un adorno brillante en la corte de algún príncipe europeo. A los 17 años, Juana de Castilla se trasladó a los Países Bajos para casarse con el archiduque de Austria, Felipe el Hermoso, heredero de las casas de Borgoña y Habsburgo. Los Reyes Católicos habían planeado este matrimonio como una estrategia acosar a su gran enemigo, la monarquía francesa. A pesar de sus diferencias, Juana y Felipe se enamoraron y tuvieron seis hijos juntos.

LA BODA

El destino de Juana como archiduquesa y princesa en Flandes cambió cuando varios miembros de su familia española murieron. En 1497, su hermano mayor Juan falleció a los 19 años debido a sus excesos sexuales con su joven esposa, Margarita de Austria. Un año después, su hermana Isabel murió, dejando a su hijo recién nacido, Miguel, como heredero de España y Portugal, pero también murió antes de su segundo cumpleaños. En 1500, Juana se convirtió en la única heredera de las coronas de Castilla y Aragón, por lo que su madre, Isabel, le pidió que regresara urgentemente de Flandes a España.

En aquel momento, nadie dudaba de la habilidad de Juana para gobernar, a pesar de que se sabía que tenía arranques temperamentales que se consideraban una característica heredada de su madre. Los elogios a los talentos de Juana eran comunes, el obispo de Córdoba, quien fue enviado como embajador a Flandes por los Reyes Católicos, informó que era muy cuerda y sensata. Ese mismo año, el embajador español en Flandes dijo que nunca había visto a alguien tan joven con tanta cordura.

Cuando Juana y Felipe regresaron a España, la reina Isabel se aseguró de que las Cortes de Castilla reconocieran a su hija como heredera legítima del trono. El archiduque Felipe fue relegado al papel de consorte y seis meses después abandonó España, dejando a su esposa embarazada de su cuarto hijo, quien recibió el nombre de Fernando en honor a su abuelo materno. La intención de Isabel era que Juana fuera la reina de Castilla, con o sin el apoyo de Felipe. Sin embargo, no se sabía si tanto Felipe como Fernando el Católico aceptarían esta decisión.

PRIMERAS ALARMAS

Las Cortes de Toledo, que se reunieron en mayo de 1502, marcaron un punto de inflexión en la vida pública de Juana, ya que comenzaron a surgir dudas sobre su capacidad para gobernar. Antes de la muerte de la reina Isabel, se cuestionaba seriamente la salud mental de Juana. Aunque Isabel la confirmó como heredera de sus reinos en su testamento, también expresó dudas sobre si Juana podría gobernar, añadiendo que si la reina "no quisiera o no pudiera entender en la gobernación", sería Fernando quien ejercería la regencia en su nombre. Además, Isabel prohibió expresamente que cualquier cargo civil o eclesiástico fuera asignado a personas que no fueran naturales de sus reinos. Esto fue un intento de impedir una posible usurpación por parte de Felipe de Habsburgo, quien era considerado un extranjero.

Algunos historiadores han argumentado que la supuesta "locura" de Juana fue una conspiración política creada por hombres para inhabilitarla y permitir que Felipe o Fernando ejercieran el control sobre Castilla. También se ha sugerido que su conducta extravagante fue un intento legítimo de afirmarse en un mundo dominado por los hombres. Esta línea de argumentación presenta a Juana como un ejemplo de mujeres excluidas injustamente del poder a lo largo de la historia.

COMPORTAMIENTO IMPREVISIBLE

Se ha argumentado que Juana de Castilla era demasiado inestable para gobernar, y hay numerosas pruebas que lo sugieren. Aunque no se puede hacer un diagnóstico clínico preciso, su comportamiento fue anormal e imprevisible. Algunos han especulado que heredó esta "locura" de su abuela materna, Isabel de Portugal. De hecho, la evidencia sugiere que su comportamiento era tan inusual que su familia llegó a temer que estuviera poseída por el diablo hasta el final de sus días.

Después de que Felipe regresara a los Países Bajos, Isabel comenzó a dudar seriamente de la capacidad de Juana para gobernar. Juana quería reunirse con su esposo, mientras que su madre quería que aprendiera a gobernar. Las discusiones entre ambas mujeres afectaron gravemente la salud de ambas. Juana fue encerrada en el castillo de La Mota en Medina del Campo, donde ocurrió un incidente extraño: según Isabel, Juana estuvo en el exterior del castillo descalza y sin ropa de abrigo hasta las dos de la madrugada en una noche muy fría. Con este acto, Juana logró obtener una entrevista con su madre y, en última instancia, poder partir hacia Flandes para reunirse con su esposo, pero lo hizo a expensas de su dignidad personal, una cualidad esencial para cualquier gobernante.

En el mes de junio de 1506 ocurrió un incidente similar al anterior. Después de que su esposo y ella regresaran a España en abril, Juana se enteró de que Felipe había firmado la concordia de Villafáfila con su padre, la cual estipulaba que si ella no estaba capacitada para gobernar, Felipe asumiría el control total y continuaría siendo rey después de la muerte de Juana. Al principio, Juana se indignó por estas negociaciones, pero luego pareció no prestarles atención. En lugar de tomar una postura, solo pidió ir a ver los jardines del conde de Benavente, conocidos por su colección de animales. Después de ver los pavos reales, Juana corrió hacia la casa de una tahonera y se refugió en la cocina, negándose a salir, incluso cuando la casa estaba rodeada por los soldados alemanes de Felipe y su esposo le suplicaba que saliera.

Estos dos incidentes proporcionan información sobre los problemas mentales de Juana. Desde la perspectiva del siglo XVI, es irrelevante si su dolencia se define como locura o como una forma severa de depresión posparto. Juana demostró ser incapaz de pensar estratégicamente, y su mente se limitaba a las circunstancias inmediatas. Su única obsesión era sentirse libre, pero no estaba clara para qué propósito. Ni las murallas del castillo ni la casa de la tahonera cerca de Benavente la llevarían a ninguna parte.

LA MUERTE DE FELIPE

Juana sufrió una gran conmoción emocional cuando su esposo, Felipe el Hermoso, murió repentinamente en septiembre de 1506, mientras ella estaba embarazada de su sexto hijo. No se puede confirmar la veracidad de los rumores sobre su supuesto intento de abrir el féretro de su esposo durante el traslado de sus restos de un pueblo a otro, aunque es importante centrarse en las implicaciones políticas de su reacción ante la muerte de Felipe en Burgos. Cuando el presidente del Consejo de Castilla visitó a la reina al día siguiente, Juana le abrió personalmente la puerta de su palacio, pero luego se negó a tratar los asuntos urgentes, lo que demostró su incapacidad para gobernar. Como resultado, su padre, Fernando el Católico, tomó el control del gobierno de Castilla y Aragón. Tras su muerte en 1516, Carlos, el hijo mayor de Juana, se convirtió en rey sin tener en cuenta los derechos dinásticos de su madre, quien fue confinada en el castillo-palacio de Tordesillas desde 1509 hasta su muerte.

Cuando Juana llegó a Tordesillas, estaba con su hija Catalina y cerca del cuerpo de su esposo en el monasterio de Santa Clara. Sin embargo, su primer guardián, mosén Luis Ferrer, se ponía cada vez más nervioso por la negativa de Juana a cooperar, y en 1516 fue destituido por maltrato. Ferrer temía que la reina muriera mientras estaba bajo su cuidado y admitió haberla obligado a comer con violencia. El segundo gobernador de la casa de Juana, Hernán Duque de Estrada, la trató con más compasión y escribió al cardenal Cisneros que, con paciencia, la reina podía tener períodos de lucidez. Aunque admitió que es importante razonar con ella con amor, ya que si se intenta obligarla por la fuerza, todo se desbarata.

ENCIERRO DE POR VIDA

El marqués de Denia, quien se encargó de cuidar a Juana hasta su fallecimiento en 1555, fue objeto de críticas por su desempeño como guardián. Por orden de Carlos V, le impidió a Juana el acceso a cualquier información política importante, incluso llegó a ocultarle la muerte de su padre durante cuatro años. En 1525, apartó a la infanta Catalina del cuidado de su madre y, dos años después, llevó en secreto el ataúd de Felipe el Hermoso para sepultarlo en la Capilla Real de Granada.

Sin embargo, hay que destacar que, a pesar de las acusaciones de conspiración, la familia de Juana le demostró un profundo afecto. Se ha calculado que entre 1535 y su muerte, Juana recibió al menos dieciséis visitas de sus hijos y nietos, algunas de las cuales duraron varios días. Todos creían sinceramente que Juana padecía una enfermedad mental, incluso se llegó a sospechar que estaba poseída por demonios.

Al final de su vida, la familia de Juana se preocupaba por su alma y su estado físico, ya que se negaba a comer, peinarse, asearse o vestirse, e incluso a oír misa. Su hijo Carlos había intentado en vano que se confesara desde 1534. En 1554, Francisco de Borja fue enviado a Tordesillas para averiguar por qué Juana se negaba a ir a la iglesia. El clérigo le recordó que su nieto era rey de Inglaterra y que los protestantes podrían declarar que su fe no difería de la de ella. Juana acusó a las mujeres de la familia de Denia de obstaculizar su vida religiosa y demandó que fueran investigadas por la Inquisición. Finalmente, Juana murió a los 76 años el Viernes Santo de 1555 después de casi medio siglo de confinamiento. Sus últimas palabras fueron "Jesucristo crucificado, ayúdame". La historia debe reconocer las debilidades de Juana y el hecho de que luchó toda su vida para ser una buena hija, esposa y madre, aunque aceptó su incapacidad para gobernar sus reinos cuando estaba enferma.

12 de abril, fallece Juana I de Castilla

¡Última hora! Fallece Juana la Loca, la reina más triste de la historia de España

Hoy, 12 de abril de 1555, la reina Juana la Loca ha fallecido a la edad de 75 años en el Castillo de Tordesillas, donde había vivido encerrada durante los últimos 46 años de su vida. La noticia ha sido confirmada por fuentes cercanas a la familia real.

Juana la Loca fue una de las reinas más tristes y trágicas de la historia de España. Nacida en 1479 en Toledo, era hija de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando. Se casó con Felipe el Hermoso, duque de Borgoña, en 1496 y tuvo seis hijos con él, incluido el futuro emperador Carlos V.

Tras la muerte de su esposo en 1506, Juana se sumió en una profunda depresión y se le diagnosticó una enfermedad mental. Fue encerrada por su propio padre en el castillo de La Mota y luego trasladada al de Tordesillas, donde vivió aislada del mundo durante casi medio siglo.

A pesar de haber sido apartada de la vida pública, Juana mantuvo su título de reina de Castilla hasta su muerte. Su hijo Carlos V heredó el trono de España y del Sacro Imperio Romano Germánico.
La noticia de su muerte ha conmocionado a España y a todo el mundo, recordando la trágica historia de una reina que nunca pudo ser feliz y cuya vida estuvo marcada por la enfermedad mental y la soledad.